sábado, 23 de febrero de 2008
DESPROTECCION A MUJERES Y MALA VALORACION DEL RIESGO
Desde ACOVIDEM queremos denunciar la manera en que se está llevando a cabo la evaluación del nivel de riesgo que se hace a las mujeres víctimas de la violencia de género y que deja sistemáticamente en desprotección a determinados grupos de mujeres. Dicha evaluación se lleva a cabo a través de la puntuación obtenida en un test con preguntas cerradas no dando cobertura a las diversas y múltiples situaciones que se dan en este tipo de terrorismo contra las mujeres. Como ejemplo, el perfil de mujer separada hace más de un año no tendría, ni podría alcanzar una puntuación significativa en este test. Pensamos que esta evaluación debería ser totalmente personalizada y libre del encorsetamiento de un test rígido y protocolario (muchas de las preguntas dirigidas al último mes).
No tenemos constancia de la existencia de un sistema similar para dotar a los políticos de protección, con preguntas tales como “¿Ha recibido amenazas o agresiones en los últimos tres meses?”. Lejos de eso, a los políticos se les mantiene la protección durante dos años más tras dejar su cargo. Un político decide voluntariamente ese camino. A nosotras nos ha venido impuesta esta triste realidad.
Estamos hartas de la continua apelación de la dependencia que sentimos las mujeres hacia los escoltas. Por este principio sentiríamos dependencia de los psicólogos, médicos, abogados, etc., que nos atienden en este duro camino. Basta ya de cuestionar nuestra capacidad mental, emocional y afectiva.
Por otro lado, estamos hastiadas de las continuas y permanentes referencias a que tenemos que normalizar nuestras vidas (refiriéndose a vivir sin escolta), cuando quien nos ha sacado de la normalidad no ha sido la persona que nos protege, sino quien nos ha agredido.
No se mantienen reuniones periódicas de las mujeres y su escolta con la Ertzaintza, aspecto que consideramos crucial para la valoración del proceso. Así mismo, tenemos la percepción de que se minimiza la importancia de incidentes e información que facilitamos a la Ertzaintza recibiendo por contra comentarios y propuestas tales como abandono del trabajo o cambio de domicilio por nuestra parte. A eso le llaman “normalizar nuestras vidas”.
Ante la retirada de protección de, al menos, dos mujeres en Donostia el mismo día y con idénticos argumentos, queremos denunciar que, ni a una ni a la otra les ha variado la situación que en su momento les sirvió para la designación de protección. No nos vale nos argumenten, en el último año no nos ha sucedido nada (¡faltaría más!). ¿Qué sentido tendría entonces llevar todo el día a una persona a nuestras espaldas? Nos parece altamente sospechoso que al 50% de las mujeres protegidas en Guipúzcoa les desaparezca el riesgo al mismo tiempo, con historias cada una completamente diferentes. ¿Acaso existe algún otro motivo para estas retiradas?
Desde la Jefatura de la Ertzaintza en la comisaría de Ondarreta en Donostia se nos dice que mantienen comunicación con los agresores que, como es obvio, afirman de su no intención en volver a agredirnos, y se les da credibilidad a dichas manifestaciones frente a la duda que generan las nuestras. .No se hace labor de investigación y/o seguimiento de estas personas por parte de la Ertzaintza, queriéndonos transmitir una falsa tranquilidad sobre la base de una información que no se corresponde con la realidad.
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